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Análisis del Samsung Galaxy Tab S 10.5 | Teknófilo
En el mundo de los tablets de gama alta, el iPad de Apple sigue siendo la referencia del mercado tanto por su diseño y hardware como por su ecosistema de aplicaciones optimizadas para el tamaño de pantalla. Samsung parece decidido a competir contra el iPad con más fuerza que nunca, y por ello lanzó a mediados de junio una nueva gama, la serie Galaxy Tab S, con unas prestaciones capaces de plantar cara a cualquier tablet de gama alta. La principal novedad de la serie Galaxy Tab S es la introducción de pantallas Super AMOLED en los dispositivos tablets, con todas las ventajas que eso supone en cuanto a negros profundos, contraste elevado, colores vivos y menor consumo de batería. Otra de las novedades es la incorporación del lector de huellas dactilares que ya habíamos visto en el Samsung Galaxy S5. Los tablets Galaxy Tab S llegan en dos tamaños de pantalla – 8,4 y 10,5 pulgadas – aunque en ambos casos mantiene la misma resolución de 2.560 x 1.600 píxeles. Poseen un procesador Samsung Exynos 5420 de ocho núcleos, 3GB de RAM, 16GB de almacenamiento (a España no va a llegar la versión de 32GB) y un montón de regalos en forma de suscripciones a servicios de pago como Dropbox, Marvel Unlimited, Orbyt, etc. Hace unos meses fuimos invitados a asistir a una demostración de estos tablets y ahora hemos tenido la oportunidad de probar a fondo un Galaxy Tab S 10.5 durante algunas semanas. A continuación os presentamos nuestras impresiones. Diseño y aspecto exterior El diseño del Galaxy Tab S parece inspirado en el Samsung Galaxy S5. Posee el mismo tipo de cubierta trasera de plástico con pequeños puntitos dispuestos ordenadamente en forma de matriz. Aunque no me entusiasma el uso de plástico al que nos tiene acostumbrados Samsung, hay que reconocer que la textura del Galaxy Tab S tiene un acabado más sofisticado que otras tapas de tablets de otros fabricantes. En cualquier caso, tratándose de plástico, yo me quedo con el acabado en imitación de piel que vimos en la serie TabPRO. Otro punto que ayuda a mejorar la apariencia del Galaxy Tab S frente a otros tablets de plástico es el marco de aspecto metálico que rodea el tablet, pero su color dorado a juego con otros detalles del tablet no nos acaba de convencer. Aunque los teléfonos móviles en color dorado tienen su público, yo hubiera preferido algo más discreto, como color plateado. Un aspecto novedoso de los tablets Galaxy Tab S son los dos círculos que se aprecian en la cubierta trasera, y que se utilizan con las fundas Cover y Book Cover de Samsung, de la que hablaremos más adelante. En lugar de utilizar imanes, este accesorio se acopla al tablet como si fueran corchetes y no se cae salvo que estires con fuerza. Hay dos aspectos destacables en el diseño y construcción del Galaxy Tab S: su ligereza y su delgadez. Con un grosor de tan solo 6,6 mm es más delgado que el iPad Air aunque no llega a la extrema delgadez [...]
Luis A.