Samsung niega que el Galaxy S8 se esté vendiendo peor que el Galaxy S7, como afirma un diario financiero coreano

Hoy nos hemos despertado con una información publicada por el diario financiero The Bell (vía The Investor) que afirma que las ventas del Galaxy S8 están por detrás de las de su predecesor, el Galaxy S7, en sus primeros meses de venta.

El diario cita unas ventas en torno a 9,8 millones de unidades en los primeros dos meses, lo que supone un 20 por ciento menos que lo que consiguió el Galaxy S7 y S7 edge en el mismo período. Según ciertos analistas, Samsung ha reducido los pedidos de componentes, lo cual es un signo de menores ventas.

Sin embargo, un portavoz de Samsung ha negado esta información, apuntando a que el Galaxy S8 llegó inicialmente a un número reducido de países, mientras que el Galaxy S7 fue lanzado globalmente. «Estimamos que las ventas del S8 son similares a las S7 por ahora,» ha explicado el portavoz.

El 16 de mayo, Samsung anunció que había vendido 5 millones de unidades del Galaxy S8 en las primeras tres semanas de comercialización del teléfono, alrededor de un 20 a 30% más que el Galaxy S7 y S7 edge. Para pasar de un 20 por ciento más a un 20 por ciento menos, las ventas que tendrían que haber ido francamente mal en el segundo mes de disponibilidad, lo cual es poco probable.

Es difícil saber cuál es la verdad, pero posiblemente sea algo en el medio. El Galaxy S8 es un dispositivo muy popular, pero los días de crecimientos desmesurados en el mercado de los smartphones ya han pasado.

En cualquier caso, las cosas no pintan mal para Samsung, al menos financieramente. La compañía estima obtener un récord de beneficios en el segundo trimestre. Con 12.100 millones de dólares, Samsung podría superar a Apple como la compañía más rentable del mundo.

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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