Durante la feria CES 2013 de Las Vegas no han sido pocas las noticias que hemos podido leer sobre innovaciones en televisores: pantallas curvas, tecnología OLED y, especialmente, los nuevos televisores 4K Ultra HD que nos han dejado boquiabiertos con sus tamaños, resoluciones… y precios.
Sin embargo, algo aún más importante ha ocurrido: se ha enfriado la fiebre por el 3D. A diferencia del año 2012, este año no se han producido apenas noticias en relación con televisores 3D ni hemos visto a la gente aparecer en las imágenes de la feria con las omnipresentes gafas 3D del pasado. Es cierto que se han presentado algunas novedades en este área, como el conversor 2D-a-3D de Samsung o la incursión de Netflix en el streaming 3D, pero han sido bastante escasas y sin demasiada repercusión.
Pareciera que los grandes fabricantes hayan abandonado la idea de convencer a los clientes de que compren su marca por las prestaciones 3D (¡por fin!) y se estén centrando en lo que de verdad nos importa. ¿Cuánto tardará en desaparecer de los cines?
Fuente de inspiración: The Verge