¿Recordáis cuando se comentó que el primer reemplazo de los Galaxy Note 7 podría costar a la compañía en torno a 1.000 millones de dólares? Koh Dong-Jin, presidente de la división móvil, calificó esta cantidad como de «desgarradora»
Desde entonces, los acontecimientos se han precipitado. Hace unas horas la compañía ha interrumpido de nuevo las ventas del Galaxy Note 7 debido a los nuevos incidentes relacionados con explosiones de dispositivos que supuestamente eran «seguros».
Los analistas han empezado a hacer sus estimaciones sobre el coste que podría tener para Samsung el asunto del Galaxy Note 7, y las cifras son estremecedoras. Si el producto acaba siendo retirado, esto podría costar a la compañía 17.000 millones de dólares, que es el equivalente a los 19 millones de dispositivos que Samsung esperaba vender.
Esta cifra ni siquiera incluye los 1.400 millones de dólares que podría costar la retirada y destrucción de los Galaxy Note 7 defectuosos, ni por supuesto el daño a la reputación de la compañía.