El día que Taylor Swift se enfrentó a Apple y cambió Apple Music para siempre

👙 ¡Productos TOP! Ofertas en tecnología para este verano: smartwatches, móviles, auriculares y más [ Saber más ]

Hace una década, Apple Music estuvo a punto de tropezar antes incluso de salir a escena. En pleno viraje de la industria hacia el streaming, Apple había puesto toda la carne en el asador para competir con Spotify.

Sin embargo, una voz determinante —la de Taylor Swift— cuestionó públicamente una decisión clave del servicio y encendió una polémica que pudo arruinar su lanzamiento. Repasamos qué ocurrió, por qué cambió todo y qué ha quedado de aquella crisis diez años después.

Entrada Relacionada

☀️ ¡Chollazos! La tecnología más rebajada del verano: smartwatches, móviles y accesorios [ Saber más ]


 

Un lanzamiento en la cuerda floja

Apple preparaba el debut de Apple Music sobre los cimientos de Beats Music, fruto de la compra de Beats por 3.000 millones de dólares. La estrategia era clara: aprovechar la trayectoria de la compañía en música (iPod, iTunes) para dar el salto a la era del streaming.

Pero a pocos días del 30 de junio, fecha marcada para el estreno, surgió una grieta importante: la política de no pagar a los artistas durante los tres meses de prueba gratuita.

 

Por qué Taylor Swift dijo “no”

La cantante anunció que retendría su álbum 1989 del catálogo de Apple Music. El motivo era directo: si los usuarios disfrutaban de un periodo de prueba sin coste, Apple tampoco pagaría a quienes crean la música que escuchan.

 

Su postura se convirtió en un altavoz para artistas independientes y sellos pequeños que veían peligrar sus ingresos justo cuando más se necesitaba estabilidad.

No os pedimos iPhones gratis. Por favor no nos pidáis a nosotros que os proporcionemos nuestra música sin ninguna compensación.

 

El giro de Apple: Eddy Cue sale al rescate

La respuesta de Apple no se hizo esperar. Eddy Cue, máximo responsable de servicios, comunicó públicamente que Apple Music pagaría a los artistas incluso durante el periodo de prueba. El mensaje era inequívoco: Apple quería ser percibida como una plataforma “amigable con los creadores”, corrigiendo el rumbo antes de que la polémica devorara el lanzamiento.

Con el cambio sobre la mesa, Swift anunció que 1989 sí estaría disponible en Apple Music, manteniéndose, además, ausente de Spotify por aquel entonces. El gesto no solo apagó el incendio: sirvió a Apple para presentarse como alternativa sensible a las demandas de la comunidad artística y arrancar Apple Music sin una sombra mayor.

 

Cómo se fraguó Apple Music a partir de Beats

La adquisición de Beats no fue un capricho. Beats Music aportaba tecnología, licencias y músculo de marca en un momento en el que Spotify marcaba el ritmo del mercado. Apple prefirió construir sobre una base ya probada para acelerar su entrada en el streaming y no repetir jugadas más lentas como en otras categorías de producto.

El cambio de política tuvo dos efectos inmediatos: calmó la relación con los creadores y evitó una fuga de catálogos clave. A partir de entonces, Apple Music no ha vuelto a protagonizar una controversia sonora con artistas de primer nivel por cuestiones de pago durante pruebas, un aprendizaje que reforzó su reputación a largo plazo.

Una década más tarde, tanto Taylor Swift como Apple están más grandes que nunca. Apple Music, no obstante, continúa por detrás de Spotify en número de suscriptores globales. Aun así, el servicio ha consolidado su identidad y su propuesta, con lanzamientos exclusivos, curación editorial y una profunda integración con el ecosistema Apple.

Dejar un comentario

Tu dirección de e-mail nunca será publicada Los campos requeridos están marcados*

Esta web usa cookies para elaborar información estadística y mostrar publicidad personalizada.

Saber más