¿Os acordais de los días en los que a la hora de comprar un teléfono nos fijábamos en si tenía vibración, GPS o Bluetooth?
Hoy en día estas funcionalidades se dan por supuestas en cualquier teléfono moderno, pero según podemos leer en Vice, el teléfono favorito de los traficantes de droga sigue siendo el Nokia 8210, del que sorprendentemente todavía podemos encontrar muchos accesorios y repuestos.
En el año 1999, el Nokia 8210 era un teléfono de gama alta, ya que tençia un tamaño compacto y un cuerpo delgado delgado, pero hoy solo despierta interés entre los traficantes de droga y otros maleantes.
La razón es que el Nokia 8210 no incorpora Bluetooth, NFC, o WiFi, por lo que la policía tiene complicado acceder al teléfono o monitorizar tus movimientos. Su batería de larga duración también es una de las razones que llevan a los traficantes a escogerlo, ya que pueden hacer «negocios» todo el día sin preocuparse de que se agote la batería.
En una entrevista realizada a un traficante llamado K2, este afirmó que
«La policía ahora puede utilizar WiFi y Bluetooth para obtener información del teléfono, y parecen ser capaces de pinchar teléfonos de forma mucho más sencilla que antes. Todos los traficantes que conozco utilizan teléfonos antiguos, y el Nokia 8210 es el que todos quieren por su pequeño tamaño y la gran duración de su batería.»
Así que si ves a alguien por la calle con uno de estos teléfonos, desconfía de su actividad profesional 🙂