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El reciente lanzamiento del Pixel 9a trajo consigo una evolución notable en diseño y especificaciones, acercándose en muchos aspectos a la gama alta de la serie Pixel 9.
Sin embargo, a pesar de sus mejoras, aún persiste una limitación que afecta directamente a ciertos usuarios: la tecnología de atenuación por modulación por ancho de pulso (PWM), responsable de molestias visuales como dolores de cabeza y fatiga ocular.
Durante años, empresas como Google y Samsung han evitado pronunciarse sobre los efectos negativos de las pantallas OLED con atenuación PWM, una técnica que modula la luz de la pantalla a frecuencias que, aunque imperceptibles a simple vista, pueden causar síntomas físicos en usuarios sensibles. Ahora, por primera vez, Google ha reconocido estar investigando el problema y promete novedades antes de que finalice el año.
Este giro marca un momento clave, ya que podría coincidir con el lanzamiento del esperado Pixel 10, lo que sugiere que podríamos ver mejoras significativas en su tecnología de pantalla.
Qué es la atenuación PWM y por qué puede ser perjudicial
La atenuación por modulación por ancho de pulso funciona encendiendo y apagando rápidamente los píxeles de la pantalla para controlar el brillo. Este parpadeo ocurre a frecuencias que van desde los 240 Hz hasta los 480 Hz, especialmente en niveles bajos de brillo, lo que puede provocar molestias como mareos, fatiga visual, dolores de cabeza o náuseas en personas sensibles.
Aunque muchos dispositivos utilizan esta técnica para maximizar la precisión de color y el brillo en las pantallas OLED, esto se ha logrado muchas veces a costa del bienestar del usuario.
Numerosos fabricantes priorizan el rendimiento técnico de sus pantallas para destacar en pruebas de calidad visual, pero ignoran los efectos colaterales que esto puede generar. Marcas como OnePlus, Honor o Nothing ya han tomado medidas al respecto, adoptando tecnologías que protegen la salud ocular sin sacrificar demasiado la calidad visual.
Lo curioso es que, en muchos casos, quienes desarrollan sensibilidad a estas pantallas no presentan antecedentes médicos de problemas visuales. Por ejemplo, personas sin migrañas, epilepsia ni uso previo de gafas han experimentado síntomas adversos al usar dispositivos con atenuación PWM lenta.
¿La única solución hasta ahora? Root y modificaciones avanzadas
Algunos usuarios han recurrido a métodos alternativos como modificar el kernel del sistema para aumentar la frecuencia de PWM, haciéndola menos dañina. Sin embargo, esto implica rootear el dispositivo, una práctica que desactiva funciones importantes como pagos NFC o autenticación en aplicaciones bancarias, comprometiendo la seguridad del usuario.
Por ello, la única solución práctica y accesible sería que Google permita ajustar o desactivar la atenuación PWM directamente desde la configuración del sistema.
Google podría adoptar varias estrategias para mejorar la experiencia visual en el Pixel 10:
- Incluir un modo de accesibilidad para reducir el parpadeo, similar al que Motorola ya ha implementado en toda su gama OLED desde 2023.
- Introducir una atenuación híbrida, que combine atenuación DC a brillos altos con PWM a alta frecuencia en niveles bajos, una técnica adoptada por marcas como OnePlus, Xiaomi, Honor o Vivo.
- Incrementar la frecuencia de PWM en todos los niveles de brillo, como hacen algunas marcas que ya ofrecen frecuencias de hasta 2.140 Hz, considerablemente más altas que las de Google, Apple o Samsung.
Cada uno de estos cambios representaría un paso positivo para usuarios sensibles a las pantallas actuales y acercaría a Google a los estándares de bienestar ocular que ya promueven otros fabricantes.