La causa raíz de las explosiones del Galaxy Note 7 que han llevado a la compañía a retirar y sustituir 2,5 millones de unidades vendidas fue la prisa de la compañía por lanzar el terminal antes del iPhone 7, según fuentes de Bloomberg.
Debido a los rumores de que el iPhone 7 no traería grandes mejoras, la compañía decidió acelerar el lanzamiento de su propio terminal.
La dirección general de Samsung Electronics, incluyendo el responsable de telefonía D.J. Koh, decidió acelerar el lanzamiento de un nuevo teléfono sobre el que tenían confianza que deslumbraría a los consumidores y aprovecharía la oportunidad, según gente personas cercanas a este asunto.
Presionaron a los proveedores para que cumplieran fechas más ajustadas, a pesar de la gran cantidad de nuevas funcionalidades, según otra persona con conocimiento directo.
El Note 7 llevaría una pantalla de alta resolución curvada por los lados, seguridad basada en reconocimiento de iris y una batería más potente y con carga rápida. Las acusaciones de que Samsung copiaba a Apple serían silenciadas de una vez por todas.
Sin embargo, el tiro les ha salido por la culata, ya que el problema de las baterías ha podido contribuir a que el iPhone 7 se venda mejor de lo esperado.
El coste directo de los reemplazos ha sido estimado en 2.000 millones de dólares, y el impacto financiero no termina ahí. Este asunto ha podido llevar a muchos usuarios a la búsqueda de un smartphone de gran tamaño a pasarse de Samsung a Apple.