Los fabricantes deberán informar inmediatamente a las autoridades coreanas si uno de sus smartphones entra en combustión o explota

Debido a los problemas acontecidos con el Galaxy Note 7, el gobierno de Corea del Sur ha decidido implantar un nuevo conjunto de medidas de seguridad.

Según una información publicada por The Investor, los fabricantes tendrán que informar a las autoridades si uno de sus dispositivos entra en combustión o explota.

Además, las compañías tendrán que iniciar una investigación inmediatamente para averiguar exactamente qué es lo que causó el incidente de cara a solucionar el problema y evitar que se repita. El gobierno coreano anunciará esta regulación oficialmente el 6 de febrero, y tendrá que ser implantada en los próximos 12 meses.

Junto con la nueva normativa, el gobierno coreano anunciará sus propios resultados de la investigación del asunto del Galaxy Note 7, que ha llevado a cabo por su propia cuenta. Esperamos que los resultados coincidan con los que anunció Samsung.

Nos alegra ver que el regulador coreano ha decidido implantar medidas de seguridad adicionales, que posiblemente veamos pronto también en otros países.

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