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Las presentaciones en directo siempre tienen un riesgo: lo inesperado puede arruinar incluso la mejor planificación. Eso fue exactamente lo que le ocurrió a Mark Zuckerberg durante el evento Meta Connect, donde intentaba mostrar al mundo las nuevas gafas inteligentes Meta Ray-Ban Display.
El CEO de Meta sufrió en primera persona las limitaciones de un producto que aún no parece listo para enfrentarse a la presión del directo. Lo que debía ser una demostración innovadora acabó convirtiéndose en un momento incómodo que rápidamente se viralizó.
El fallo en la llamada en directo
Uno de los momentos más tensos se produjo cuando Zuckerberg intentó realizar una llamada con las gafas. La función, que debía ser uno de los grandes atractivos, simplemente no funcionó. El silencio prolongado obligó al directivo a improvisar mientras la audiencia observaba incrédula cómo la tecnología le fallaba.
La situación generó una sensación de incomodidad que empañó el mensaje que Meta quería transmitir sobre su apuesta por los dispositivos de realidad aumentada y el futuro de la interacción con IA.
El desastroso intento de cocina con IA
El tropiezo no se limitó a la llamada. Otra de las demostraciones en vivo estaba pensada para mostrar cómo la inteligencia artificial de las gafas podía ayudar en una receta de cocina. Sin embargo, el sistema quedó completamente bloqueado en un paso tan simple como preparar una salsa.
Las cámaras integradas parecían incapaces de interpretar correctamente la escena, lo que impidió a la IA avanzar en el proceso. El resultado fue otro momento incómodo y un ejemplo claro de que la tecnología todavía necesita más desarrollo.
¿Un tropiezo puntual o una señal preocupante?
Aunque estos fallos se produjeron en un evento de gran visibilidad, es posible que las gafas tengan un mejor rendimiento en el uso cotidiano. De hecho, las primeras reseñas apuntan a que la experiencia de usuario es positiva en condiciones reales, lo que podría suavizar el impacto del bochorno en el escenario.
Sin embargo, el hecho de que las Meta Ray-Ban Display tengan un precio de 799,99 dólares hace que las expectativas de fiabilidad sean mucho más altas. Los consumidores que inviertan esa cantidad difícilmente estarán dispuestos a aceptar errores básicos como los que se vieron en Meta Connect.
Un producto con mucho en juego
Meta se encuentra en un momento clave de su estrategia de realidad aumentada e inteligencia artificial. Tras invertir miles de millones en el metaverso y en dispositivos wearables, la compañía no puede permitirse que su credibilidad se vea cuestionada por demostraciones fallidas.
El éxito o fracaso de estas gafas no solo dependerá de sus capacidades técnicas, sino también de la confianza que logre transmitir a los usuarios. Un tropiezo en un evento puede olvidarse, pero si los problemas se repiten en el día a día, el daño a la marca sería mucho mayor.