Cuando compras un producto de un fabricante de hardware, si se daña, casi siempre se aconseja que lo envíes a la empresa para que lo repare.
Esto tiene sentido ya que son ellos los que han fabricado el dispositivo y, por tanto, son los más cualificados para repararlos. Ahora bien, las reparaciones del propio fabricante suelen ser mucho más caras que las de terceros.
El problema con las reparaciones de terceros es que algunas compañías no ponen fácil recurrir a ellas ya que podría inutilizar algunas funciones. La buena noticia es que algunas empresas tecnológicas como Microsoft ha decidido comprar la idea del derecho a la reparación.
La compañía ha anunciado que aceptará un estudio independiente de terceros sobre el impacto de facilitar la reparación de sus dispositivos y, en base al estudio, hará cambios para finales de 2022. El argumento es que facilitar la reparación de los dispositivos podría tener beneficios medioambientales y sociales.
Y es que un dispositivo más difícil de reparar obliga a los usuarios a comprar un nuevo producto, lo que es estupendo para loa compañía, pero puede generar más residuos electrónicos
Esperemos que el nuevo enfoque y la actitud de Microsoft inspiren a otras empresas en lo que respecta a la reparación de sus productos por parte de terceros.