Nunca imaginarías de qué material podrían ser tus futuras pantallas OLED

El cabello humano se ha venido utilizando a lo largo de la historia para múltiples propósitos, pero nunca antes se había convertido en pantallas OLED.

Investigadores de la Universidad Tecnológica de Queensland en Brisbane, Australia, han utilizado pelo cortado donado por una peluquería local para experimentar con la transformación de las hebras de cabello en nanodots de carbono que pueden brillar lo suficiente como para usarlos en la pantalla de un dispositivo.

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Es la primera vez que alguien ha sido capaz de hacer que las hebras de cabello sean luminiscentes y usarlas con éxito en un dispositivo emisor de luz.

Como detalla la universidad en su blog, un equipo de investigadores ha «desarrollado un método para convertir las pequeñas hebras de cabello en nanodots de carbono, que son puntos diminutos y uniformes que miden la millonésima parte de un milímetro».

Básicamente, desarrollaron una forma de descomponer el pelo, y luego lo quemaron a 240 grados centígrados para crear «pantallas flexibles que podrían ser utilizadas en futuros dispositivos inteligentes».

Los nanodots de carbono, también llamados puntos de carbono (Carbon Dot, CD), son una nueva clase de puntos cuánticos. Si has visto un televisor de puntos cuánticos (Quantum Dot, QD), probablemente hayas notado que la imagen es mucho más vibrante y nítida.

El Profesor Asociado Prashant Sonar, en colaboración con el estudiante de doctorado Amandeep Singh Pannu y el Profesor de la Universidad de Griffith Qin Li, han desarrollado un método para convertir el cabello en nanodots de carbono.

 

Los CD pueden hacer lo mismo que los QD, pero además son más ecológicos. El uso de residuos de cabello humano que de otro modo terminarían en un vertedero abre nuevas oportunidades para la tecnología sostenible.

Los CD producidos con cabello humano no son lo suficientemente brillantes para usarlos en pantallas de TV, pero podrían ser ideales para usarlos en pantallas flexibles y baratas usadas en wearables y otros pequeños dispositivos inteligentes.

Un ejemplo podría ser una botella de leche inteligente. La botella podría tener un sensor en el interior para controlar cuánto tiempo falta para que la leche caduque, y una pantalla en el exterior para mostrar esa información. La pequeña pantalla exterior estaría hecha con los CD creados con cabello humano.

El siguiente paso es investigar el pelo animal. Si funciona, el pelo de tu perro o gato podría utilizarse para hacer la pantalla de tu próximo smartwatch.

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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