Un nuevo informe publicado por IHS, empresa de análisis industrial, afirma que el nuevo teléfono estrella de Samsung, el Galaxy S7, tiene unos costes de fabricación de 255 dólares.
El teléfono llega a las tiendas en Estados Unidos por un precio de 670 dólares (antes de impuestos), lo que significa que por cada Galaxy S7 vendido, el gigante coreano ingresa 415 dólares.
Obviamente en estos costes de fabricación no están incluidos otros gastos importantes – como administración, investigación, intermediación, publicidad, etc. – que también deberían ser considerados.
IHS considera que el componente más costoso es el procesador Snapdragon 820 de Qualcomm, que cuesta unos 62 dólares por unidad, y después el módulo de cámara de 12MP, que cuesta 13,80 dólares. El ensamblado cuesta 5 dólares.
Los 174,30 dólares restantes se reparten entre los componentes adicionales como el marco de aluminio, pantalla Super AMOLED, y almacenamiento integrado.