Sorprendentes esculturas en 3D que además puedes comer

Mucho se ha hablado sobre los posibles usos de las impresoras 3D en campos tan variados como la fabricación de órganos y prótesis biónicas, la arquitectura o, incluso, la fabricación de armas.

Recientemente la NASA ha anunciado que está invirtiendo en prototipos de impresoras 3D para construir alimentos que usan «cartuchos» de aceite  y polvos enriquecidos con proteínas para imprimir comidas para los astronautas.

The Sugar Lab, una compañía de Los Ángeles, está especializada en imprimir esculturas y ornamentos comestibles utilizando azúcar blanco.

La compañía surgió del deseo de un matrimonio por hacer un pastel para el cumpleaños de un amigo. En esa época la pareja eran estudiantes recién graduados en SCI-Arch, donde poco después inventaron un método de impresión 3D usando luz ultravioleta. Vivían en un pequeño apartamento con una cocina sin orno y cuando se dieron cuenta de que no podían cocinar el pastel para su cumpleaños, decidieron imprimirlo en 3D.

La pareja decidió continuar con el proyecto y, cuando ganaron una beca de $100.000 dólares, se mudaron a un nuevo estudio donde pudieron fabricar prototipos de pastel más grandes y complejos. Los resultados son sorprendentes. Las formas verticales y las geometrías con curvas ponen a prueba las propiedades estructurales del azúcar.

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