Todos hacemos llamadas en alguna ocasión a nuestros operadores para quejarnos de un mal servicio, señalar cargos incorrectos en la factura o, sencillamente, pedir un descuento.
Estas llamadas suelen ser ocasionales pero un hombre de 71 años de Japón parece haberle cogido gusto a llamar para quejarse.
Según hemos sabido, esta persona realizó 24.000 llamadas gratuitas a su operador KDDI para quejarse del servicio. Estas llamadas se convirtieron en algo tan frecuente que la policía japonesa la detuvo acusada de «obstrucción fraudulenta del negocio.»
Según el operador, algunas de esas llamadas consistían en llamar y colgar tan pronto como alguien descolgaba el teléfono. Las incesantes llamadas comenzaron en mayo de 2017 y eran tan frecuentes que la compañía dice que interferían en su negocio.
Según el autor, KDDI había cumplido el contrato cuando él no puedo llamar a un programa de la radio usando el número que la emisora había proporcionado. Lo que quería como compensación era que la compañía le enviase a alguien para disculparse en persona por lo sucedido.
Si acaba siendo declarado culpable, el hombre de 71 años se enfrentaría a hasta tres años de prisión.