La nueva política de Netflix para evitar que se compartan las contraseñas no está teniendo el efecto deseado en las pruebas que está llevando a cabo en Costa Rica, Chile y Perú.
En estos países, Netflix está contactando a los usuarios que comparten contraseñas con gente fuera del hogar y les pide que paguen un cargo adicional. La compañía define un hogar como las personas con las que vive un suscriptor.
Eso significa que puedes compartir tu contraseña con tus compañeros de piso, pero no con un familiar que vive en otro lugar. Los usuarios de Netflix que quieran compartir su cuenta con personas ajenas a su hogar pueden añadir usuarios adicionales pagando una cuota, alrededor de 2 euros.
Netflix comenzó a probar esta nueva política en marzo y, aparentemente, la reacción de los usuarios ha sido mayoritariamente negativa.
Algunos usuarios han cancelado su suscripción a Netflix por completo, mientras que otros han seguido compartiendo sus contraseñas sin ninguna repercusión por parte de la compañía.
Netflix ha confirmado que la política es «progresiva», y que está probando diferentes versiones en Perú, Costa Rica y Chile.