Uno de los principales problemas a la hora de construir una base lunar es el coste y complejidad de transportar desde la Tierra los bloques de construcción así que… ¿por qué no construir la base directamente en la Luna?
Según parece la superficie de la Luna está compuesta de una sustancia llamada regolito, que resulta usar un material útil para la construcción con impresoras 3D y, de manera natural, protege frente a meteoritos, radiación gamma y fluctuaciones de temperatura.
Este material también existe en la Tierra, lo que ha llegado al equipo de Foster + Partners a probarlo con impresoras 3D y construir una maqueta de 1,5 toneladas del edificio, así como una cámara de vacío a pequeña escala.
El proceso funcionaría de la siguiente manera: una cápsula tubular con la impresora aterriza en la Luna. Entonces una cúpula hinchable se extiende de un extremo de la cápsula, dando a la base lunar su forma básica. A continuación un robot se activa y empieza a operar la impresora 3D. La impresora convierte el regolito en una sustancia similar a la espuma e imprime las piezas a colocar sobre la cúpula hinchable creando una carcasa sólida y protectora. El resultado es una base lunar con capacidad de albergar cuatro personas.
Fuente: ESA