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Durante años, Google ha sido la puerta de entrada principal a internet. El 20% del tráfico hacia los sitios más populares de la red comienza con una búsqueda en Google. En algunos casos, como Wikipedia o Tripadvisor, la cifra es aún más impactante: el 63% y el 58% de sus visitas, respectivamente, provienen de búsquedas.
Recientemente, Google ha incorporado AI Overview a sus resultados de búsqueda. Esta función muestra resúmenes generados por inteligencia artificial en lugar de enlaces a sitios web, ocupando un espacio destacado en la parte superior de la página de resultados.
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Aunque esta herramienta agiliza las respuestas para el usuario, reduce significativamente el número de clics hacia sitios externos. Según Similarweb, solo el 23% de las búsquedas con AI Overview terminan en una visita a una web. Además, la presencia de AI Overview en los resultados se duplicó entre el 12 de marzo y el 6 de mayo de 2025.
Algunas compañías ya están sufriendo las consecuencias. Business Insider recortó su plantilla en un 21% en mayo debido a la caída de tráfico. Schwab.com experimentó su primera reducción de visitas en dos años.
Chegg, que llegó a estar valorada en 15.100 millones de dólares en 2021, hoy tiene una capitalización de apenas 144 millones. Su CEO, Nathan Schultz, responsabiliza directamente a Google: asegura que los resúmenes de AI Overview han retenido usuarios que antes visitaban su plataforma, afectando gravemente sus ingresos y adquisición de nuevos usuarios.
Ante este panorama, Chegg ha iniciado acciones legales contra Google, alegando abuso de posición dominante. La denuncia acusa a Google de utilizar el contenido de Chegg sin autorización para generar respuestas automáticas, desplazando así a los sitios originales en la atención del usuario.
Con un entorno cada vez más competitivo y un cambio radical en los hábitos de navegación, el buscador de Google podría verse muy diferente en los próximos años. La presión es grande: en el primer trimestre de 2025, los ingresos de Google Search alcanzaron los 90.000 millones de dólares. Proteger esta fuente de ingresos es una prioridad absoluta para Alphabet, la matriz de Google.