Elon Musk ha comprado Twitter y tiene como objetivo flexibilizar su moderación de contenidos, pero puede que no consiga que la red social sea tan libre como a él le gustaría.
El comisario de Mercado Interior de la Unión Europea, Thierry Breton, ha declarado en una entrevista que Twitter seguirá estando sujeto a la normativa de la UE, incluida la nueva Ley de Servicios Digitales que regula la lucha contra la desinformación.
El jefe de Tesla es «bienvenido», pero «hay reglas» que todavía tiene que seguir, dijo Breton.
La Ley de Servicios Digitales exige a Twitter y a otras empresas de Internet que compartan cómo están frenando las noticias falsas en sus sitios.
También prohíbe anuncios dirigidos a menores, así como a determinadas etnias, afiliaciones políticas, religiones y orientaciones sexuales.
Las empresas también tienen que compartir cómo funcionan sus sistemas de recomendación, ofrecer alternativas que se basen en perfiles y compartir datos con los investigadores. Las empresas que no cumplan la normativa se exponen a multas de hasta el 6% de su facturación mundial y, si se niegan a cambiar, a una prohibición de la UE.
Por tanto, está claro que el empeño de Musk de facilitar la libertad de expresión chocará con las realidades políticas de todo el mundo, no sólo de la UE. Es posible que Musk tenga que aceptar que seguirán existiendo algunas restricciones, aunque no sean tan pronunciadas como las actuales.