La Unión Europea está trabajando en un nuevo estándar de identificación digital para dar a los ciudadanos de los 27 países acceso a los servicios públicos y privados bajo una única identificación online.
A la app se accedería a través de escaneos biométricos — como retina, reconocimiento facial o huellas dactilares — y permitiría a los usuarios almacenar de forma segura información de pago, como tarjetas bancarias y de crédito, y documentos oficiales como pasaportes y permisos de conducir.
Según el Financial Times, el uso de la cartera no será obligatorio en el momento de su introducción. Aun así, quienes decidan utilizarla se beneficiarán de la comodidad y seguridad añadidas.
Para evitar cualquier transferencia cruzada de datos sensibles, los funcionarios de la UE aplicarán una separación diseñada para impedir que las empresas accedan a los datos de los usuarios. De este modo se evitará que las empresas puedan utilizar los datos de un usuario con fines de marketing.
Actualmente, los funcionarios se están reuniendo para discutir las directrices y normas para el despliegue del monedero digital, que esperan que sea totalmente funcional en aproximadamente un año.
Por el momento, sólo 19 países han comenzado a implantar una cartera digital, y no todas las carteras son compatibles entre sí. Los países implicados tendrán que ponerse de acuerdo sobre cómo implantar el sistema, y la falta de acuerdo es lo que echó por tierra el anterior «estándar».