Los miembros de la Unión Europea han votado a favor de una propuesta para exigir a todos los fabricantes tecnológicos que adopten el USB-C como conector común.
Los eurodiputados de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor han votado por 43 a 2 a favor de apoyar las propuestas, incluyendo algunas mejoras
«Con 500 millones de cargadores para dispositivos portátiles enviados en Europa cada año, que generan entre 11.000 y 13.000 toneladas de residuos electrónicos, un cargador único para teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos pequeños y medianos beneficiaría a todos», afirma Alex Agius Saliba, de la UE.
«Ayudará al medio ambiente, contribuirá a la reutilización de los viejos aparatos electrónicos, ahorrará dinero y reducirá los costes e inconvenientes innecesarios tanto para las empresas como para los consumidores».
Las propuestas revisadas incluyen ahora que los requisitos de los cargadores comunes y la carga inalámbrica se apliquen a más dispositivos, incluidos los portátiles y otros aparatos electrónicos.
Apple se ha opuesto en el pasado a los planes de la UE de exigir un cargador común.
«Creemos que una regulación que obliga a la conformidad del tipo de conector incorporado en todos los smartphones ahoga la innovación en lugar de fomentarla, y perjudicaría a los consumidores en Europa y a la economía en su conjunto«, dijo Apple en 2020. «Esperamos que la Comisión continúe buscando una solución que no restrinja la capacidad de la industria para innovar y llevar nuevas y emocionantes tecnologías a los clientes».
Las nuevas propuestas revisadas incluyen también un llamamiento «a la interoperabilidad de las tecnologías de carga inalámbrica para 2026». No está claro a qué se refiere, porque el estándar Qi ya es compatible con una amplia gama de productos.
El paquete completo debe ir ahora a una votación plenaria en el Parlamento Europeo en mayo de 2022. Tras ello, la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor dice que «estará preparada para iniciar conversaciones con los gobiernos de la UE sobre la forma final de la legislación.»
La aplicación final de cualquier legislación no se producirá hasta que el texto esté terminado y se hayan completado los desafíos legales, por lo que es probable que esto lleve años.