Cuando se lanzó el 5G, se promocionó como una tecnología innovadora que cambiaría las reglas del juego en lo que a conectividad móvil se trata.
Se nos prometieron con velocidades de gigabits por segundo y latencias mínimas. Las ventas de teléfonos 5G demostraron que los consumidores estaban lo suficientemente entusiasmados con la tecnología como para actualizar sus terminales.
Sin embargo, la realidad no está a la altura de las expectativas. La pobre cobertura 5G en la mayoría de las ubicaciones hace que las velocidades que se obtienen sean similares a las que se consiguen con redes 4G. Incluso si puedes conseguir velocidades de gigabit, no hay ninguna aplicación en el móvil que aproveche esta capacidad.
Ahora, Financial Times informa de que la demanda de los consumidores de 5G se ha reducido.
Incluso en los mercados del sudeste asiático, que han desplegado el 5G mucho más rápido que la mayoría de los países europeos y norteamericanos, la demanda de los consumidores de smartphones 5G ha empezado a disminuir.
En el segundo trimestre de este año, se produjo un descenso del 7% en los envíos de dispositivos 5G, hasta los 24,5 millones, según un reciente informe de Canalys, una empresa que analiza los mercados tecnológicos.
«El bombo del 5G ha disminuido y la demanda se ha desplazado a aspectos más prácticos de los smartphones, como la duración de la batería, el almacenamiento, la velocidad del procesador y la calidad de la cámara», afirma Chiew Le Xuan, analista de Canalys. «Todo el mundo está sintiendo la presión y los usos prácticos del 5G aún están por ver». Sostiene que, en la gran mayoría de los casos, las velocidades de 4G son suficientes para el uso diario.
Los operadores de telefonía móvil gastaron cientos de miles de millones de euros en la compra de espectro 5G y en la creación de infraestructura 5G, y ahora muchos están ahora preocupados por si esa inversión será rentable.
Con la intensa competencia que mantiene bajos los precios de los productos 5G, los operadores intentan recuperar parte de su inversión en infraestructura convenciendo a los consumidores de que se pasen a tarifas más altas que ofrezcan más datos.
Pero la crisis mundial del coste de la vida puede socavar esa estrategia, sobre todo porque los nuevos productos sólo ofrecen, en su mayoría, ligeras ventajas sobre los antiguos.
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Es normal que no se le haga mucho caso al 5G, creo que pocas personas lo van a aprovechar. La gente usa los móviles para redes sociales y poco más, así que el 4G es más que suficiente actualmente salvo en casos muy específicos
La implantación del 5G viene dada por la carrera entre los operadores por ser el primero en tener un elemento diferencial y para ello, intentan generara una necesidad global de algo que realmente no se necesita salvo que esté orientado a nivel profesional y no en todos los casos. A nivel de usuario personal, son muy pocos los que lo puedan necesitar.
Muchos, deshabilitamos la conexión 5G para ahorrar batería.