Windows 10 es un sistema operativo muy útil, pero ha llevado a cabo una campaña bastante agresiva de actualización. Al menos una persona va a hacer pagar a Microsoft su insistencia para su ordenador fuera actualizado a Windows 10.
Microsoft ha pagado 10.000 dólares a Teri Goldstein debido a que un tribunal ha fallado a su favor.
Goldstein reclamó que días después de que Windows 10 fuera lanzado, su ordenador descargó la actualización sin su conocimiento y, tras instalarla, su ordenador iba más lento y se colgaba. Estos problemas hicieron que esta mujer perdiera dinero y tuviera que comprarse un nuevo ordenador.
Recientemente Microsoft ha incrementado la agresividad de su campaña de actualizaciones, incluyendo Windows 10 dentro de las actualizaciones «recomendadas» para usuarios de Windows 7 y 8. Los usuarios siguen teniendo que aprobar la instalación, pero es más fácil que los usuarios la descarguen accidentalmente.
En su defensa, Microsoft afirma que los usuarios tienen un mes para echar marcha atrás y volver a su sistema operativo anterior.