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Muchos disfrutamos el momento de retirar el envoltorio de plástico de un nuevo iPhone, pero imagina lo feliz que estarías si, tras aguantar 16 años sin romper el empaquetado, descubrieras que tu iPhone sin abrir acaba de venderse en una subasta por la asombrosa cifra de 190.000 dólares.
A finales del año pasado, LCG Auctions vendió una versión de 8 GB del iPhone original, todavía en el envoltorio de plástico aplicado en fábrica, por 39.339,60 dólares. A principios de este año, en febrero, después de que los tasadores especularan con que podría venderse por hasta 50.000 dólares, otro iPhone 8 original sellado se vendió en subasta por 63.356,40 dólares.
Entonces, ¿por qué este iPhone en particular terminó con un precio de venta de 190.373 dólares, que es más del triple de lo que se vendió el último?
¿Qué hace a este iPhone especial?
Para empezar, se trata de la versión de 4 GB del iPhone original, que en 2007 se vendía por 499 dólares, mientras que el modelo de 8 GB se vendía por 599 dólares. Dada la diferencia de precio de 100 dólares, la mayoría de los consumidores optaron por el modelo más grande de 8 GB, por lo que sólo unos meses después del debut del iPhone, Apple descatalogó el modelo de 4 GB en septiembre de 2007, haciéndolos mucho más raros hoy en día.
Este iPhone original sellado de fábrica también viene con una procedencia única. Según el anuncio de LCG Auctions, «el expedidor formaba parte del equipo de ingeniería original de Apple cuando se lanzó el iPhone».
No se sabe si el propietario anterior recibió el iPhone de Apple como resultado del trabajo que hizo en su desarrollo, o si tuvo que hacer cola y comprar uno como todos los demás.
