A estas alturas seguro que ya conoces la historia del Galaxy Note 7, que tuvo que ser retirado del mercado por problemas aún sin identificar que hacían que la batería del teléfono se incendiase sin razón aparente. Muchas aerolíneas prohibieron su uso a bordo de un avión por el riesgo que podría suponer un incidente de este tipo en pleno vuelo.
Con estos antecedentes, es fácil imaginar la histeria que puede producir entre los pasajeros al descubrir en pleno vuelo una red WiFi llamada «Galaxy Note 7».
Esto es lo que ha pasado con un vuelo en Estados Unidos en el que se ha visto involucrada Serenity Caldwell, editora senior de iMore. Cuando llegó a la puerta de embarque, descubrió que el avión que debía tomar llegaba con retraso y acabó siendo cancelado.
La causa fue que un pasajero del avión que hacía la ruta anterior, se dio cuenta en pleno vuelo de que había un hotspot WiFi llamado “Galaxy Note 7” y advirtió a la tripulación a bordo.
Esto es algo que probablemente podría haber causado un aterrizaje de emergencia en un aeropuerto cercano si no llega a ser porque un tripulante consiguió identificar al «gracioso» que había creado un hotspot con su propio teléfono móvil, que no era un Galaxy Note 7, bajo ese nombre.
Aunque el avión no sufrió ningún desvío en su ruta, el percance provocó un retraso en el vuelo, además del consiguiente nerviosismo de la tripulación.
