Investigadores de la Universidad de Northwestern han conseguido construir un robot manejado por control remoto tan diminuto que puede arrastrarse por el borde de una moneda.
La fabricación de nanobots no es una idea nueva, pero esos robots suelen estar diseñados para nadar o ir a la deriva a través de los líquidos que ya se mueven por el sistema circulatorio de un cuerpo.
Lo que han conseguido los investigadores de la Universidad de Northwestern es construir un robot que puede controlarse a distancia sin cables ni conexión física y que se desplaza con unas diminutas patitas.
El cangrejo robot que han creado los investigadores mide apenas medio milímetro de ancho, y puede moverse a una velocidad de aproximadamente la mitad de la longitud de su cuerpo cada segundo. No es que sea especialmente rápido, pero una de sus mayores ventajas es que puede moverse sin ser detectado, ya que es muy pequeño e increíblemente ligero.
¿Cómo encontraron los investigadores componentes electrónicos lo suficientemente pequeños como para meterlos en el diminuto robot? No lo hicieron. El cangrejo utiliza un enfoque de movimiento completamente diferente.
Está creado a partir de una aleación con memoria que se deforma gracias a una fina capa de vidrio aplicada durante el proceso de fabricación, pero que vuelve a su forma inicial cuando se le aplica calor.
En este caso, se utiliza un preciso rayo láser para calentar puntos concretos del cuerpo del cangrejo robot en secuencias específicas, y como sus distintas partes se deforman y vuelven a doblarse al calentarse y enfriarse, los investigadores son capaces de hacer que se desplace del punto A al punto B, además de girar y saltar.