Cuando Microsoft anunció Windows 11, también reveló los requisitos mínimos del sistema necesarios para ejecutar el nuevo sistema operativo.
Aunque no eran unos requerimientos especialmente exigentes, aquellos con procesadores más antiguos se quedarán fuera de la actualización. Sin embargo, eso podría cambiar en el futuro.
La compañía ha anunciado que están abiertos a rebajar los requisitos mínimos de Windows 11.
Esto permitiría a los procesadores Intel de 7ª generación y a los chips AMD Zen 1 actualizar al nuevo sistema operativo. Esto aún no es seguro y se espera que Microsoft utilice los datos recogidos en la vista previa de Windows 11 Insider para determinar si es posible rebajar los requisitos.
Confiamos en que los dispositivos que funcionan con procesadores Intel de 8ª generación y AMD Zen 2, así como con Qualcomm 7 y 8 Series, cumplirán nuestros principios de seguridad y fiabilidad y los requisitos mínimos del sistema para Windows 11.
A medida que vayamos lanzando a los Windows Insiders y nos asociemos con los fabricantes OEM, haremos pruebas para identificar los dispositivos que funcionen con Intel de 7ª generación y AMD Zen 1 que puedan cumplir con nuestros principios.
Dicho esto, hay que tener en cuenta que la rebaja de los requisitos de potencia no elimina los requerimientos de que el ordenador tenga instalado un módulo TPM 2.0. Además de cumplir con los requisitos de hardware como la RAM y la CPU, también será necesario un módulo TPM 2.0, lo que complica las cosas.