El estándar Bluetooth quiere que los wearables también sirvan para detectar exposición al COVID-19

Apple y Google desarrollaron un sofisticado sistema de rastreo de exposición al COVID-19 basado en señales de Bluetooth compartidas por teléfonos Android e iPhones.

Sin embargo, la organización detrás del estándar de Bluetooth cree todavía se puede hacer más, especialmente para los wearables.

Hoy, el Grupo de Interés Especial de Bluetooth (SIG) anunció que está trabajando con más de 130 miembros para extender el sistema de exposición de smartphones a los dispositivos que se llevan en la muñeca como pulseras o relojes inteligentes.

Como señala el Bluetooth SIG, la amplia adopción de smartphones los convierte en la base más adecuada para implementar un sistema de notificación de exposición, pero muchos niños y adultos en centros de cuidado no tienen smartphones.

Se trata de poblaciones importantes con riesgos reales de exposición a COVID-19 y es posible que lleven pulseras o relojes Bluetooth. La idea es que esos dispositivos sirvan como rastreadores de la exposición manteniendo los mismos protocolos de privacidad y seguridad que un teléfono.

El SIG planea que los wearables participen del mismo sistema de notificación de exposición de los smartphones en lugar de crear un sistema separado. Los wearables podrán detectar eventos exposiciones pero dependerán de la conexión de otro dispositivo a un sistema de notificación de exposición para compartir datos.

Esto significa que se requerirá conexión cada cierto tiempo a un smartphone o un «dispositivo proxy conectado a Internet», lo que podría suponer una limitación.

El Bluetooth SIG espera publicar un borrador inicial de la especificación para wearables «dentro de los próximos meses», pero no ofrece ningún detalle sobre cuándo los fabricantes podrían ofrecer dispositivos con soporte.

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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