Huawei pide a los desarrolladores que incluyan sus apps en la AppGallery

Salvo que el conflicto con EE.UU. se solucione a corto plazo, parece que la compañía china Huawei tendrá que dotar a sus futuros smartphones, incluyendo el Huawei Mate 30, de su propio sistema operativo y tienda de aplicaciones.

Según parece, el fabricante está pidiendo ayuda a los desarrolladores para que suban sus aplicaciones a su propia tienda AppGallery que viene preinstalada en la capa de personalización EMUI de Huawei.

En un correo electrónico enviado a desarrolladores de apps populares, Huawei señala que su tienda se encuentra en los 350 millones de teléfonos que Huawei ha enviado en los últimos dos años (la mitad de ellos entregados fuera de China). La AppGallery, según el correo electrónico, tiene 270 millones de usuarios activos

Si Huawei consigue atraer a suficientes desarrolladores a la AppGallery, podría ser una alternativa viable a Google Play Store. En el correo electrónico, Huawei promete a los desarrolladores «apoyo total» para ayudarles a publicar su aplicación Android en la AppGallery.

Algunos desarrolladores también han recibido correos electrónicos similares en el pasado de Amazon, pidiéndoles que publiquen sus aplicaciones Android en la tienda Amazon Appstore.

Sin embargo, en el caso de Huawei, la petición es más crítica ya que el futuro de Huawei como uno de los principales fabricantes de smartphones depende de si es capaz de convencer a los creadores de aplicaciones para que incluyan su aplicación Android en plataforma desconocida por la mayoría.

Y hay otro problema. 13 de las 15 aplicaciones gratuitas más importantes de la tienda Google Play Store provienen de desarrolladores con sede en los EE.UU., por lo que no está claro si podrán enviarlas a la AppGallery sin incumplir la prohibición.

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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