Microsoft y Google acuerdan volver a enfrentarse en los tribunales
Después de años de relativa calma, Google y Microsoft han dejado de lado el pacto de no agresión que firmaron hace cinco años, según Bloomberg.
Este pacto llevó a las dos empresas a dejar de lado sus numerosos pleitos para tratar de resolver los conflictos a puerta cerrada. Durante este tiempo, las dos empresas se han enfrentado por una serie de cuestiones, entre ellas si los motores de búsqueda deben pagar a los editores de noticias.
Sin embargo, el último conflicto ha llevado a las dos empresas a romper el pacto.
Microsoft considera que Google no juega limpio en la tecnología publicitaria. Ambas empresas intentaron resolver el impasse a través de una serie de negociaciones, tal como se establece en el acuerdo, y los CEO Satya Nadella y Sundar Pichai mantuvieron una serie de conversaciones que no llegaron a una solución. Esa falta de acuerdo es lo que aparentemente ha llevado a deshacer el acuerdo.
El problema de la tecnología publicitaria surgió tres años después del acuerdo, cuando Microsoft se quejó de que Google estaba dando largas a la hora de apoyar algunos de los nuevos formatos publicitarios de Bing en una de sus herramientas de gestión de anuncios, Search Ads 360.
Además, una demanda antimonopolio presentada por los fiscales generales de los estados alega que Google también favorece a su propia plataforma al ofrecer subastas automatizadas para optimizar las ofertas; pero no hay una herramienta equivalente para los anunciantes que quieren reservar espacio en Bing.
Como resultado, los anunciantes que utilizan la plataforma publicitaria de Google encuentran más fácil comprar anuncios en Google, no en Bing. Otros motores de búsqueda que dependen de Bing también se ven afectados, como DuckDuckGo, Yahoo y Ecosia.
«Les planteamos las preocupaciones y se hicieron los sordos», dijo el presidente de Microsoft, Brad Smith, a principios de este año. La falta de voluntad de Google para trabajar con Bing, dijo, le estaba costando a la compañía cientos de millones de dólares al año en ingresos publicitarios.
Al romper el pcto, las dos empresas se exponen a un mayor escrutinio antimonopolio. Como el pacto de no agresión evitaba los enfrentamientos antes de que llegaran a los reguladores, los reguladores antimonopolio tenían menos quejas formales en las que basarse a la hora de abrir investigaciones o presentar demandas.
Sin el pacto en vigor, Microsoft y Google son libres de quejarse el uno del otro a cualquier regulador o político que les escuche.
Además, Microsoft tiene otra razón para abandonar la tregua ya que últimamente no ha sido sometida al mismo nivel de escrutinio que Google.