El ministro de Seguridad británico, Tom Tugendhat, ha pedido al Centro Nacional de Ciberseguridad (NCSC) que investigue TikTok después de que gobiernos de todo el mundo hayan empezado a prohibirla en sus teléfonos corporativos.
La aplicación para compartir vídeos, de propiedad china, está cada vez más bajo la lupa de Europa y Estados Unidos en materia de seguridad y privacidad de datos, ante la preocupación de que pueda utilizarse para promover opiniones favorables a Pekín o recopilar datos de los usuarios.
La Comisión Europea y más de la mitad de los estados de EE.UU. y el Congreso ya han introducido una prohibición por temor a posibles ciberataques.
El Primer Ministro Rishi Sunak ha insinuado seguir su ejemplo, afirmando que el Reino Unido «mirará lo que hacen nuestros aliados».
El año pasado, el Parlamento británico cerró su propia cuenta después de que los parlamentarios expresaran su preocupación por los vínculos de la empresa con China.
TikTok ha contraatacado, calificando las prohibiciones del Gobierno de «equivocadas y basadas en conceptos erróneos fundamentales».