Samsung abre las puertas de sus laboratorios de pruebas de smartphones y sus curiosas máquinas

Antes de que un dispositivo llegue a nuestras manos, ha tenido que pasar por un buen número de pruebas para garantizar su durabilidad, fiabilidad y calidad.

Hoy Samsung ha compartido en su blog las pruebas a las que se enfrentan sus smartphones y wearables en su centro de pruebas de fiabilidad, mostrado algunas imágenes del lugar con sus curiosas máquinas.

Dentro de la categoría de durabilidad, el gigante coreano tiene una máquina que introduce y extrae repetidamente la ranura de de la tarjeta SIM, presiona botones, enchufa y desenchufa de la clavija de los auriculares, y más.

Otro aparato parecido a una secadora de ropa hace girar a los dispositivos mientras se golpean con las paredes, mientras que otra máquina ejerce presión sobre un área del tamaño de un pulgar en la pantalla a través de varios puntos.

Por supuesto, las pruebas de durabilidad también incluyen pruebas de caída desde varias alturas y en múltiples superficies para determinar cómo cae y dónde puede ser necesario el refuerzo. Pero quizás la máquina más curiosa es una que imita la forma de un trasero humano y simula el efecto de sentarse encima del móvil para analizar su resistencia.

La compañía también prueba cómo un teléfono disipa el calor y cómo las temperaturas alcanzadas durante los sesiones de juegos y aplicaciones de alta intensidad afectan al rendimiento. El diseño de sus dispositivos se va modificando a lo largo de todo el proceso de prueba, así como en todas las demás pruebas, pero

Samsung afirma que las pruebas térmicas se han vuelto cada vez más importantes a medida que los dispositivos se vuelven más «inteligentes». Las imágenes térmicas se utilizan para comprobar no sólo la cantidad de calor que se genera, sino también de dónde procede dicho calor, con el fin de mantener el rendimiento y la seguridad.

Al igual que con las pruebas de durabilidad, la empresa también verifica que el propio teléfono pueda seguir utilizándose en diversas circunstancias. Esto comienza en la sala de pruebas ambientales, donde los dispositivos se colocan en un ambiente cerrado que imita las condiciones en distintas partes del mundo con alteraciones que van desde la temperatura hasta la humedad.

Algunas pruebas necesitan validan que los dispositivos están listos para operar bajo condiciones aún más extremas y obtener así certificaciones tales como una clasificación de código IP o estándares de presión atmosférica (ATM).

Finalmente, Samsung prueba tanto las cámaras como los equipos de audio. Ambos aspectos de sus teléfonos son relativamente complejos. Para las cámaras, el brillo, la claridad del color y el ruido de la imagen se miden en imágenes tomadas bajo una gran variedad de luces simuladas tanto para ambientes interiores como exteriores.

También se realizan pruebas en el mundo real para asegurar que lo que se ve en el laboratorio se traduce bien en condiciones mucho menos predecibles y menos ideales que las que se encuentran allí.

Del mismo modo, las pruebas de sonido se llevan a cabo en dos cámaras separadas que simulan circunstancias del mundo real en condiciones muy diferentes.

La primera es una cámara anecoica que elimina completamente el ruido externo y la segunda simula los sonidos del teléfono cuando se utiliza en llamadas telefónicas, ya sea a través del altavoz, los auriculares, Bluetooth o el auricular. Una variedad de dispositivos capturan todos los sonidos y los analizan para ayudar a hacer ajustes

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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