Cómo quitar el sonido a un vídeo en tu iPhone antes de enviarlo

En muchas ocasiones, queremos compartir un video, pero el audio adjunto resulta molesto o incluso plantea preocupaciones de privacidad.

Afortunadamente, existe una forma sencilla de quitar el sonido a un video utilizando la app Fotos integrada en tu iPhone o iPad. Aquí te mostramos cómo hacerlo.

 

Pasos para eliminar el sonido de un vídeo

  1. Abre la aplicación «Fotos» en tu iPhone o iPad. Una vez dentro, localiza el video al que deseas eliminar el audio y pulsa en su miniatura.

  2. Toca el botón «Editar» que se encuentra en la esquina superior derecha de la pantalla al tener el video abierto. Observa que hay un icono de altavoz en la parte inferior de la ventana que está en azul.

  3. Con el video abierto, busca el icono de altavoz. Este ícono no es solo un botón de silencio común, sino que controla si hay audio adjunto al archivo de video. Al eliminar el audio del video, el ícono del altavoz cambiará a un altavoz con una marca diagonal a través de él.

  4. Pulsa en el icono del altavoz para eliminar el sonido y luego toca «OK» para guardar los cambios en el video.

Una vez desactivado el audio en un video específico, verás un icono de altavoz grisáceo en la barra de herramientas de Fotos cuando examines el video. Esto indica que el video no tiene componente de audio.

 

Cómo restaurar el sonido eliminado

Si después de compartir el video deseas deshacer la eliminación del sonido, la app Fotos guarda las versiones originales de las fotos y videos que editas.

Para restaurar el sonido en un video en particular, abre la app «Fotos», selecciona el video y pulsa en «Editar». Luego, toca en la flecha sobre el botón rojo «Revertir». De esta manera, el sonido se restaurará para ese video en particular.

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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