IA

Los estudios de Hollywood exigen tener una réplica de IA de los actores

En una declaración hecha durante la rueda de prensa en la que anunciaron su huelga, los actores de Hollywood revelaron que los estudios exigen la posesión de sus réplicas de IA sin ninguna compensación.

Duncan Crabtree-Ireland, negociador jefe de la SAG-AFTRA, compartió los detalles de la propuesta de los estudios de Hollywood, que fue descrita por la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) como una «innovadora propuesta de IA» que salvaguarda la imagen digital de los actores pertenecientes a la SAG-AFTRA.

Al ser preguntado por la propuesta en la rueda de prensa, Crabtree-Ireland expresó su incredulidad, declarando:

Ayer nos presentaron esta propuesta de IA supuestamente ‘innovadora’. Sugirieron que nuestros artistas se sometieran a un escaneado, recibieran un pago por un solo día de trabajo y cedieran la propiedad de ese escaneado, su imagen y su parecido a los estudios indefinidamente.

Estos estudios tendrían entonces el derecho de utilizar esta representación digital sin ningún consentimiento o compensación, en cualquier proyecto futuro, para toda la eternidad. Si creen que es una propuesta innovadora, les sugiero que reevalúen su perspectiva».

La integración de la IA generativa ha sido un tema polémico en las negociaciones en curso entre ambas partes, y sus implicaciones se extienden más allá de la actual huelga de actores y también desempeñan un papel importante en la huelga de guionistas.

La presidenta de SAG-AFTRA, Fran Drescher, hizo hincapié en la urgencia de la situación en su declaración inicial, advirtiendo: «Si no adoptamos una postura firme ahora, todos nos enfrentaremos a graves consecuencias. Nuestra propia existencia está en juego, ya que corremos el riesgo de ser sustituidos por máquinas».

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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