Si compras el Apple Vision Pro y no lo declaras en la Aduana, puede pasarte esto

Mientras esperamos la llegada internacional del Apple Vision Pro, algunos usuarios europeos han decidido adelantarse y traer el dispositivo desde Estados Unidos sin tener en cuenta los aranceles e impuestos de importación.

Sin embargo, esta decisión les ha llevado a enfrentarse a tasas, multas e incluso la confiscación de los dispositivos por parte de las autoridades aduaneras.

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Aunque Apple tiene planes de lanzar el Apple Vision Pro a nivel internacional, por ahora solo está disponible en Estados Unidos, lo que ha generado una cierta impaciencia entre aquellos usuarios internacionales que no quieren esperar.

Algunos de ellos han volado a los Estados Unidos para ser los primeros en poseer un Apple Vision Pro, pero al regresar a Europa, se han encontrado con problemas en la aduana.

Según informes de Heise Online, funcionarios de aduanas en el aeropuerto de Berlín han detenido a alrededor de ocho personas en los últimos días.

 

Los individuos que quieran importar el dispositivo pueden declararlo a su llegada, a través de la zona roja del aeropuerto, la ruta de «algo que declarar». En este punto, los viajeros deben presentar tanto el dispositivo como la factura del mismo. En general, deben pagar un 2,5% en concepto de aranceles y un 21% en concepto de IVA.

No declararlo implica arriesgarse a procedimientos penales fiscales. Según informes, al menos algunos de los viajeros ha visto cómo sus dispositivos eran confiscados y, aunque serán devueltos eventualmente, el proceso puede demorar hasta un año.

Esta situación sirve como recordatorio para que los compradores sean cautelosos al intentar importar artículos costosos como el Apple Vision Pro, ya sea en persona o a través de compras online.

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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