Todo comenzó con la llegada de una nueva máquina de resonancia magnética de GE Healthcare en el Morris Hospital. Durante la instalación, Erik Wooldridge, especialista en sistemas, comenzó a recibir llamadas avisando de que muchos móviles estaban dejando de funcionar.
«Mi primer pensamiento fue pensar que la máquina de resonancia podría haber emitido algún tipo de pulso electromagnético, en cuyo caso podríamos estar en problemas.» Sin embargo, un pulso electromagnético habría averiado también los equipos médicos, y estos funcionaban perfectamente.
Erik comenzó a investigar y se enteró de que todos los dispositivos afectados estaban fabricados por Apple. Los teléfonos [...]