A este ciberdelincuente le pillaron por el fallo más tonto

El Departamento de Justicia de EE.UU. (DoJ) ha extraditado a un ciudadano ucraniano por utilizar una red de bots para acceder a las contraseñas de los usuarios.

Esto ha sido posible gracias a los mensajes que envió a tiendas online de vapeo en Ucrania, que incluían su nombre completo y la dirección de su casa.

Glib Oleksandr Ivanov-Tolpintsev utilizó una red de bots para descifrar las credenciales de determinados usuarios, que luego vendía en la web oscura. Según la acusación, esta actividad le reportó a Ivanov-Tolpintsev más de 80.000 dólares.

«Ivanov-Tolpintsev declaró que su botnet era capaz de descifrar las credenciales de acceso de al menos 2.000 ordenadores cada semana… Una vez vendidas [en la web oscura], las credenciales se utilizaban para facilitar una amplia gama de actividades ilegales, incluyendo el fraude fiscal y los ataques de ransomware», informa el Departamento de Justicia.

Los investigadores dieron con Ivanov-Tolpintsev al explorar el contenido de las direcciones de Gmail que utilizaba en sus actividades en la web oscura. Una de estas cuentas recibió un par de confirmaciones de pedido de tiendas online de vapeo que revelaban el nombre y los datos de contacto de Ivanov-Tolpintsev.

Además, la dirección de recuperación de estas cuentas estaba fijada en la cuenta de correo electrónico habitual de Ivanov-Tolpintsev. La exploración del contenido de su cuenta habitual reveló todo tipo de información personal identificable, como imágenes escaneadas de su pasaporte y de Google Photos.

Gracias a la falta de rigor de Ivanov-Tolpintsev a la hora de separar su identidad digital delictiva de la real, el gobierno pudo reunir suficientes pruebas para convencer a un juez de que ordenara su detención y extradición.

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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