El ejército chino muestra su tecnología de perros robot de combate transportados por drones

El ejército chino ha creado un vídeo en el que muestra su nueva tecnología militar, revelando un perro robótico que puede ser depositado por un dron.

El vídeo, publicado inicialmente en la cuenta verificada de Weibo de «Kestrel Defense Blood-Wing», una página afiliada a un contratista de defensa chino, muestra un dron que sobrevuela un edificio y luego deja caer un robot en el tejado.

Después de que el dron se aleja, el robot se levanta sobre cuatro patas y comienza a buscar objetivos alrededor del edificio con lo que parece ser una especie de armas automáticas conectadas a su espalda.

Según un informe de WarZone, el arma montada en el perro robot es posiblemente una ametralladora ligera china QBB-97, que es capaz de disparar 650 balas por minuto a un alcance efectivo de 400 metros.

Una descripción del robot publicada por Kestrel Defense Blood-Wing se jacta de que el arma puede fácilmente «lanzar un ataque sorpresa».

Los perros de guerra que descienden del cielo, el asalto aéreo, los drones Red Wing Forward de alta resistencia entregan perros robot de combate, que pueden ser insertados directamente en el eslabón débil detrás del enemigo para lanzar un ataque sorpresa o pueden ser colocados en el techo del enemigo para ocupar las alturas de mando para suprimir la potencia de fuego.

Y las tropas de tierra pueden realizar un ataque tridimensional en pinza contra el enemigo en el edificio

La tecnología china y otras armas similares han sido diseñadas hasta ahora para ser manejadas por un humano a los mandos, aunque los analistas militares temen que se estén desarrollando sistemas en los que los robots diseñados para operar de forma autónoma podrían desplegarse pronto en los campos de batalla.

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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