El OPPO A83 prescinde del lector de huella en favor de únicamente el reconocimiento facial

OPPO parece estar en racha en los últimos días hasta que acabe el año. Después de anunciar ayer la pareja OPPO A75 y A75s en Taiwán, hoy ha regresado a China para desvelar el OPPO A83.

El OPPO A83 tiene un diseño similar al del OPPO A75 anunciado ayer. La única diferencia importante es la ausencia de un escáner de huellas dactilares, ya que OPPO ha decidido seguir el camino del iPhone X abandonando por completo el escáner de huella en favor del reconocimiento facial.

OPPO afirma que el teléfono busca 128 rasgos faciales diferentes y se desbloquea en sólo 0,18 segundos. Para ponerlo en contexto, el OnePlus 5T, que tiene una de las funciones de desbloqueo facial más rápidas, se desbloquea en 0,4 segundos. 

El OPPO A83 tiene un cuerpo metálico que se curva en los bordes para un mejor agarre. En el frontal, encontramos la pantalla rodeada por unos marcos de color blanco bastante estrechos en la variante dorada y de color negro en la variante negra.

El A83 de OPPO viene con una pantalla HD+ de 5,7 pulgadas. Cuenta con 4GB de RAM y 32GB de almacenamiento y está alimentado por un procesador de octa-core a 2,5 GHz. OPPO no ha revelado el tipo de procesador, pero podría ser el Helio P23. El A83 completa sus especificaciones con una batería de 3180mAh y ejecuta ColorOS 3.2

El teléfono tiene una cámara trasera de 13MP que sobresale ligeramente y OPPO dice que puede disparar hasta 50MP. Lo más probable es que esto se logre uniendo varios disparos. Hay un sensor de 8MP con el modo de belleza para selfies.

Las reservas ya están disponibles en la tienda online oficial de la OPPO y las ventas comenzarán el 29 de diciembre. El OPPO A83 cuesta 1399 yuans (180′ euros) y está disponibles en variantes de color champagne y negro.

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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