Una de las características del nuevo Galaxy S8 y S8+ es la presencia de un chip fabricado en un proceso de 10nm, tanto en el caso de la variante con Snapdragon 835 como la de Exynos 8895.
Este nuevo proceso de fabricación ha permitido reducir el tamaño y el consumo de energía del chip, y ha dado a Samsung una ventaja sobre otros fabricantes como Intel que todavía siguen anclados en un proceso de 14nm.
Samsung ha anunciado que ya ha empezado a desarrollar la próxima generación de chips basados en un proceso de 10nm mejorado que, supuestamente, ofrecerá un incremento del 10% en el rendimiento y del 15% en eficiencia energética gracias a mejoras en la estructura [...]