Una compañía española ha sido acusada por Google de crear spyware para infectar teléfonos

Recientemente, cinco compañías del sur de Europa han sido señaladas por Google, acusadas de producir software de espionaje que infecta y afecta teléfonos en todo el mundo.

Estas cinco empresas provenientes de Italia, Grecia y España estaban «facilitando el uso de peligrosas herramientas de piratería». Google pide a Estados Unidos y a sus aliados a hacer más para combatir la industria del spyware.

Aunque muchas de estas empresas aseguran que sus productos son exclusivamente para el uso de gobiernos de todo el mundo con fines de seguridad nacional, con frecuencia las herramientas de espionaje se utilizan para husmear en la sociedad civil. Hace poco, el spyware Pegasus de la empresa israelí NSO saltó a la fama después de que se supiera que se utilizó para espiar a muchas personas en todo el mundo.

El informe señala que hay muchas más empresas además de NSO que «facilitan la proliferación de tecnología espía con fines maliciosos».

La demanda de clientes gubernamentales sigue siendo fuerte y nuestros hallazgos subrayan en qué medida los proveedores comerciales de spyware han proliferado capacidades de piratería y spyware que debilitan la seguridad de Internet para todos. Ahora, el sector privado es responsable de una parte significativa de las herramientas más sofisticadas que detectamos.

Las empresas acusadas de vulnerar la seguridad de los teléfonos al eludir las medidas de seguridad en iOS y Android incluyen a las firmas italianas Cy4Gate, RCS Labs y Negg Group, la empresa griega Intellexa y la compañía española Variston.

Variston desarrolló software que infectaba los teléfonos de los usuarios a través de los navegadores Google Chrome, Mozilla Firefox o aplicaciones de iOS.

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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