Xiaomi sigue saltándose a la torera la normativa de Android

La legalidad de las tecnologías open source como Android es un asunto complejo que pocas personas conocen fuera de los círculos de los fabricantes de smartphones. Para ellos, un conocimiento profundo de las leyes que controlan el código abierto es una necesidad.

Sin embargo, hay un fabricante que, de forma recurrente, se salta las normas y reglamentos de código abierto: Xiaomi. 

Android se basa en Linux, un sistema operativo de código abierto. Linux se publica bajo la Licencia Pública General (GPL), que regula cómo Linux puede ser usado, editado y distribuido.

Además del núcleo Linux, hay muchos otros componentes para Android. La mayoría también están licenciados bajo una licencia open source. La licencia preferida para el Android Open Source Project es la Licencia de Software Apache, versión 2.0 («Apache 2.0»), y la mayoría del software Android está licenciado con Apache 2.0.

Cualquiera puede descargar y compartir el kernel de Linux gratis. Si editan el código Linux de cualquier manera, también pueden compartirlo, siempre y cuando hagan que el sistema modificado esté disponible para que cualquier otra persona pueda descargarlo libremente. Esto se debe a que su derivado Linux todavía está ligado a la GPL.

Dado que Android es un derivado de Linux, está atado a la GPL. Por lo tanto, el código fuente de Android debe estar disponible para cualquiera que quiera verlo. Si alguien cambia el código fuente de Android, también está vinculado a las licencias respectivas. Si ese nuevo código es entonces enmendado, es regulado por la misma licencia, y así sucesivamente.

 

Xiaomi todavía no ha liberado el código fuente del Mi A1

El Xiaomi Mi A1 es el primer dispositivo Android One de Xiaomi. Los dispositivos Android One funcionan con una versión casi estándar del sistema operativo, y las empresas trabajan en estrecha colaboración con Google para integrar el software.

Pero han pasado tres meses desde que el dispositivo llegó a las tiendas, y Xiaomi aún no ha publicado el núcleo fuente.

Esa infracción de la GPL podría ser comprensible si fuera un caso aislado, pero Xiaomi se retrasa de forma sistemática: tardó seis meses desde el lanzamiento del Mi 5 de 2016 y el Mi 6 de 2017 en publicar sus códigos. Si esta tendencia continúa, no veremos el código fuente del Mi A1 hasta abril de 2018.

Otros fabricantes se toman la normativa mucho más en serio. Los Samsung Galaxy S8 y el S8+ llegaron a las tiendas el 21 de abril de 2017. El código fuente de los dispositivos fue publicado el 26 de abril de 2017. Cinco días es una cantidad razonable de tiempo. Seis meses no lo es.

 

¿Por qué Xiaomi se salta las normas de forma reiterada sin ninguna consecuencia?

La explicación más obvia es que no hay repercusiones reales. En el pasado, se han dado numerosos casos de empresas que han violado sus obligaciones en virtud de la GPL, pero los infractores rara vez han sido llevados ante los tribunales por ello.

Incluso si una parte interesada decidiera demandar a Xiaomi, tendría que hacerlo en China — que tiene una normativa notoriamente laxa cuando se trata de infracciones a la propiedad intelectual — o en India, o en uno de los otros mercados donde Xiaomi tiene una importante cuota de mercado. Demandar a Xiaomi en Estados Unidos o Europa hoy no tendría sentido porque Xiaomi no tiene apenas presencia.

Las acciones legales tendrían que ser presentadas en múltiples jurisdicciones para tener un efecto real, de forma similar a cómo Apple y Samsung lucharon entre sí en los tribunales de una docena de países. Esto podría llevar cerca de diez años y millones de dólares.

 

Xiaomi tendrá que cambiar de actitud si quiere expandirse a EE.UU.

Si Xiaomi quiere expandirse a EE.UU. no podrá ignorar los estatutos de la GPL por mucho tiempo. Mientras se centre en China e India, Xiaomi no tiene que preocuparse por cumplir con las normas establecidas por los competidores que operan a nivel mundial.

Puede parecer alarmista, pero la seguridad de los dispositivos se pone en peligro cuando el código fuente no se pone a disposición de la comunidad. Uno de los beneficios del código fuente abierto es que cualquier persona puede examinarlo para buscar problemas.

Pero si los usuarios no pueden ver el código fuente, las amenazas de seguridad podrían pasar desapercibidas durante semanas o incluso meses, poniendo a los propietarios de smartphones en peligro real.  |  Fuente: Android Authority

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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