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Hardware y rendimiento
El HTC 10 llega con unas especificaciones de gama alta similares a las de otros teléfonos estrella de 2016. Cuenta con un procesador Qualcomm Snapdragon 820 de cuatro núcleos a 2.2 GHz que viene acompañada por una GPU Adreno 530 y 4GB de RAM LPDDR4.
A continuación, vamos a ver los resultados del teléfono en diversos benchmarks sintéticos para hacernos una idea de su rendimiento en comparación con otros teléfonos de gama alta.
Los resultados que ha obtenido el HTC 10 lo sitúan como un teléfono de gama alta con un rendimiento excelente, aunque queda por debajo de otros teléfonos estrella – como el Samsung Galaxy S7, el LG G5 y el OnePlus 3 – en la mayoría de las pruebas.
Desconocemos por qué el HTC 10, con unas especificaciones técnicas similares a otros teléfonos de gama alta, ofrece peores resultados en los benchmarks aunque suponemos que tiene que ver con la capa de software HTC Sense.
Dejando a un lado los resultados de los benchmarks, el HTC 10 responde inmediatamente a nuestras pulsaciones y se maneja con suavidad, sin parones, en aplicaciones habituales como Google Maps, Facebook, Twitter, WhatsApp, etc.
En los juegos que hemos probado – como Asphalt 8, Modern Combat 5, N.O.V.A. 3 y Unkilled – el rendimiento del teléfono ha sido excelente y el juego se mueve con una tasa de imágenes por segundo elevada aun con el nivel de calidad gráfica al máximo.
De hecho, utilizando el software GameBench, hemos podido medir diversos parámetros de rendimiento en estos juegos:
Juego | FPS medio | Estabilidad FPS | %GPU | %CPU |
Asphalt 8 | 26 | 98% | 56% | 17% |
Modern Combat 5 | 33 | 77% | 60% | 17% |
Unkilled | 24 | 80% | 63% | 19% |
El HTC 10 se calienta bastante durante las partidas a juegos 3D, aunque no resulta a ser molesto.
Sin embargo, al utilizar aplicaciones muy exigentes como Periscope, el teléfono se calienta en exceso y hemos llegado a medir una temperatura de 50ºC en la superficie de atrás del teléfono, que hace casi imposible sujetar el teléfono con normalidad.
El HTC 10 que hemos probado posee 32GB de almacenamiento interno, de los cuales quedan libres unos 23 GB para el usuario nada más sacarlo de la caja.
También hay otra versión con 64GB pero posiblemente no necesitas tanta almacenamiento de fábrica ya que es posible añadir una tarjeta micro-SD de hasta 2TB de capacidad para ampliar el espacio.
Además, por suerte, HTC ha adoptado la funcionalidad Adoptable Storage de Android Marshmallow, por lo que podemos formatear la tarjeta micro-SD como si fuera almacenamiento interno.
En el aspecto de conectividad, el HTC 10 es compatible con Wi-Fi 802.11 a/b/g/n/ac a 2,4 y 5 GHz, Bluetooth 4.2, 3G/HSPA+, 4G/LTE, DLNA, NFC, AirPlay y GPS-A.
No incorpora emisor de infrarrojos, aunque nunca le he visto gran utilidad a esta funcionalidad.
Un aspecto interesante es que es compatible con el estándar AirPlay de Apple, lo que permite reproducir audio y vídeo en dispositivos que también sean compatibles.
La conectividad 4G es Cat. 9, por lo que puede alcanzar velocidades máximas teóricas de 450 Mbps.
El HTC 10 alcanzó los 263 Mbps de bajada y 23 Mbps de subida en Wi-Fi con una conexión de fibra óptica 300/30 Mbps. En la prueba de conexión 4G hemos obtenido una velocidad de descarga de 32 Mbps y de subida de 9 Mbps, unos resultados buenos aunque no espectaculares.
El puerto USB es Tipo-C, lo que tiene la ventaja de que podemos conectar el cable en cualquier orientación pero, a cambio, resulta más complicado encontrar un cable cuando necesitamos recargar nuestro teléfono y no estamos en casa. El puerto es USB 3.1 Gen. 1, por lo que la transferencias son mucho más rápidas que en otros smartphones.
El HTC 10 incorpora un lector de huella dactilar en el botón capacitivo de Inicio que resulta bastante cómodo de utilizar y, en nuestras pruebas, ha resultado ser rápido y fiable a la hora de desbloquear el teléfono.
Quizás el único inconveniente que encuentro a este lector es que está demasiado pegado al borde inferior. HTC podría haberlo colocado algo más arriba y centrado verticalmente en el marco inferior de la pantalla.
El sensor desbloquea el teléfono nada más colocar el dedo encima, por lo que no es necesario encender antes la pantalla. Gracias a la aplicación Boost+, es posible proteger el acceso a ciertas aplicaciones a través de la huella dactilar (o un patrón) aunque no es posible proteger el acceso a fotografías o ficheros.
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