Apple abandona su proyecto de coche eléctrico Apple Car

Durante casi una década, Apple ha estado inmersa en un proyecto secreto, bajo el nombre en clave «Titan», con el objetivo de revolucionar la industria automotriz con un automóvil eléctrico autónomo. Sin embargo, fuentes fiables confirman ahora que la compañía está abandonando este ambicioso proyecto.

El proyecto Titan se ha enfrentado a un viaje turbulento, plagado de dificultades técnicas, cambios de liderazgo y metas en constante cambio. Inicialmente, Apple buscaba diseñar un automóvil completamente autónomo, pero más tarde redujo sus ambiciones, centrándose en el desarrollo de la tecnología subyacente de conducción autónoma. A pesar de numerosas iteraciones, la compañía luchó por lograr los avances necesarios para competir en un mercado de vehículos eléctricos cada vez más saturado.

Se rumorea que los costos de desarrollo del automóvil se dispararon a miles de millones, mientras que la fecha de lanzamiento continuaba retrasándose. En última instancia, Apple ha determinado que construir un automóvil desde cero podría no alinearse con su posición competitiva en el mercado actual.

Aunque la finalización de su proyecto de automóvil representa un gran revés, es poco probable que Apple abandone por completo sus ambiciones. La compañía aún podría desempeñar un papel desarrollando soluciones de software para fabricantes de automóviles existentes o explorando aplicaciones de realidad aumentada dentro de los vehículos.

Con la cancelación del proyecto de vehículo eléctrico, Apple está redirigiendo sus recursos hacia el floreciente campo de la inteligencia artificial generativa. Esta tecnología, que impulsa herramientas como ChatGPT, tiene el potencial de revolucionar diversas industrias, desde motores de búsqueda hasta la generación de contenido creativo.

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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