IA

Bill Gates predice que la semana laboral de 3 días será el futuro gracias a la IA

Bill Gates, el co-fundador de Microsoft, ha compartido sus pensamientos sobre la amenaza que representa la inteligencia artificial para los empleos. Gates ha sido franco sobre este tema, llegando incluso a redactar un extenso artículo en julio, detallando los riesgos potenciales de la IA.

Gates vislumbra ahora un futuro en el que los avances tecnológicos, como la inteligencia artificial, podrían llevarnos a una sociedad en la que los seres humanos trabajen menos y disfruten de más tiempo libre.

Planteó la posibilidad de semanas laborales de tan solo tres días, gracias a la capacidad de las máquinas para producir bienes y alimentos.

«Las máquinas pueden producir toda la comida y los bienes», señaló Gates, expresando su cambio de perspectiva sobre el trabajo y la vida. Anteriormente, él mismo asociaba el dormir con la pereza, pero con el tiempo ha comprendido que hay mucho más en la vida que simplemente trabajar.

Lo más interesante es que Gates no está solo en esta visión. Otros líderes y figuras prominentes, como Jamie Dimon, el jefe de JPMorgan, comparten una perspectiva similar. Dimon también predijo un futuro con una semana laboral de 3,5 días debido al avance de la inteligencia artificial y la tecnología. Según él, la próxima generación podría vivir hasta los 100 años y enfrentar menos riesgos de enfermedades como el cáncer, gracias al progreso tecnológico.

El concepto de una semana laboral más corta gracias a la automatización y la IA parece estar ganando terreno entre los líderes y pensadores más influyentes del mundo empresarial. Esta idea despierta debates sobre cómo podríamos redefinir el trabajo y el equilibrio entre la vida laboral y personal en un mundo cada vez más impulsado por la tecnología.

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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