Comienzan los rumores sobre los sensores de cámara de la serie Galaxy S25

Al parecer, Samsung está mirando a la división de imagen de Sony para dotar a los modelos Galaxy S25 y Galaxy S25+ de una versión personalizada del popular sensor Sony IMX890.

Este sensor de 50 MP ha sido un componente destacado en smartphones recientes de BBK Electronics, como el OnePlus 11. Sin embargo, Samsung planea personalizar el IMX890 con su propio branding ‘for Galaxy’, siguiendo los pasos del Snapdragon 8 Gen 2, que también fue adaptado para la línea Galaxy.

También se han filtrado detalles sobre un sensor de formato de 1 pulgada desarrollado por Samsung. Según informes compartidos por @Tech_Reve en Twitter, este sensor ISOCELL sin nombre combinará un formato óptico de 1/0.98″ con píxeles de 0.8 μm y enfoque automático de doble píxel. Lo más llamativo es su supuesto soporte para un zoom interno de 4x, una capacidad más allá de lo que ofrecen los sensores ISOCELL actuales.

El mismo filtrador en Weibo indica que este sensor proporcionará una longitud focal equivalente a 25 mm, 1 mm más estrecho que el ISOCELL HP2 en el Galaxy S23 Ultra. Además, se rumorea que este sensor alcanzará una resolución de salida de 200 MP, lo que ha llevado a especular que debutará en el Galaxy S25 Ultra.

Aunque la fecha de lanzamiento de este sensor sin nombre aún es desconocida, Samsung suele presentar nuevos sensores de cámara ISOCELL antes del lanzamiento de sus dispositivos, como fue el caso este año con el ISOCELL HP2 y el Galaxy S23 Ultra.

Estas filtraciones y rumores indican que Samsung está preparando avances significativos en tecnología de imagen para su próxima serie Galaxy S. Los usuarios pueden esperar mejoras notables en la calidad de la cámara y funciones avanzadas que podrían redefinir el estándar de la fotografía móvil.

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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