La criptomoneda del Juego del Calamar aumenta su valor en un 90.000% en dos días

La popular serie coreana ‘El Juego del Calamar’ no solo se ha convertido en la serie de Netflix que más rápido ha ganado audiencia, sino que sus fans pueden ahora invertir en una nueva criptodivisa llamada SQUID.

La criptodivisa del Juego del Calamar ha aumentado su valor recientemente de forma brutal. En el momento de escribir este artículo, un SQUID vale alrededor de 11,6 dólares.

TE INTERESA:
¿Quieres mejorar la claridad de los voces de los diálogos en Netflix? Prueba este truco

Esto significa que el precio de la criptomoneda se ha incrementado en un 412% en las últimas 24 horas, y ahora tiene una capitalización de mercado valorada en unos respetables 865 millones de dólares.

El aumento del precio de SQUID en dos días fue aún mayor, con un brutal 91.000%. Cuando la criptomoneda no oficial Squid Game se puso a la venta el 20 de octubre, todos los tokens se agotaron en un solo segundo.

 

Esta nueva moneda digital está pensada para ser utilizada en el juego Squid Game Project, cuyo lanzamiento está previsto para noviembre. Los jugadores podrán pagar para participar en una competición de seis rondas, pero sólo perderán SQUID y no sus vidas en el peor de los casos.

Todo este revuelo en torno a la nueva criptomoneda tiene también su lado negativo. Numerosos usuarios se quejan de que, aunque pudieron comprar SQUID, ahora no pueden vender su criptomoneda en uno de los conocidos intercambios de criptomonedas.

Por otro lado, sitios web de tecnología como Gizmodo describen SQUID como una clara estafa y un fraude. De hecho, hay que señalar una vez más que la criptomoneda no oficial SQUID no está de ninguna manera relacionada con Netflix o a los creadores de la exitosa serie. Los inversores de SQUID deben, por tanto, aceptar la posibilidad de perder completamente su capital.

¿Cuál es tu reacción?
Sorprendido
17%
Feliz
0%
Indiferente
50%
Triste
0%
Enfadado
0%
Aburrido
17%
Incrédulo
17%
¡Buen trabajo!
0%
Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
Comentarios
Deja un comentario

Deja un comentario