Pocas apps son tan inútiles como esta que señala el camino al centro de la Vía Láctea

El diseñador Matt Webb ha creado Galactic Compass, una nueva aplicación para iPhone que siempre apunta al centro de la Vía Láctea, sin importar la posición de la Tierra en nuestro viaje a través de las estrellas.

Esta aplicación, disponible de forma gratuita en la App Store, promete llevar a los usuarios a una experiencia cósmica única.

Utilizar Galactic Compass es tan sencillo como colocar tu iPhone en una superficie plana. Una gran flecha verde en la pantalla indicará el camino hacia el centro de la galaxia, el núcleo rotativo de la galaxia con forma de espiral en la que todos vivimos.

En ese centro se encuentra un agujero negro supermasivo conocido como Sagitario A*, un cuerpo celestial del cual ni la materia ni la luz pueden escapar.

El viaje de Webb para crear Galactic Compass comenzó hace una década por su amor a la astronomía. Aunque inicialmente utilizó una aplicación de astronomía para localizar el Centro Galáctico, en un momento dado aprendió cómo encontrarlo siempre.

 

En 2021, Webb imaginó convertir su habilidad en una aplicación que llevara a todos en el mismo viaje, mostrando una brújula que apunta hacia el centro galáctico en lugar del norte magnético de la Tierra.

«Pero no sé escribir aplicaciones», dijo. «Soy lo suficientemente competente como ingeniero y diseñador amateur, pero nunca he descubierto las aplicaciones nativas».

Es aquí donde entra ChatGPT, transformando la visión de Webb en realidad. Con el asistente de inteligencia artificial como su compañero de programación, Webb avanzó paso a paso, creando una interfaz de aplicación simple e integrando cálculos complejos para localizar el centro galáctico (que implica calcular la azimut y la altitud del usuario).

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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