Un chaval de 12 años gana 340.000€ vendiendo ballenas pixeladas como NFT

Un niño británico de 12 años ha ganado unos 340.000 euros durante estas vacaciones, tras crear una serie de obras de arte pixeladas llamadas Weird Whales y venderla como un token no fungible (NFT).

Con los NFT, las obras de arte pueden «tokenizarse» para crear un certificado digital de propiedad que puede comprarse y venderse. Por lo general, no dan al comprador la obra de arte real (dado que son productos virtuales) ni sus derechos de autor.

Benyamin Ahmed mantiene sus ganancias en forma de Ethereum, la criptomoneda en la que se vendieron. Esto significa que pueden subir o bajar de valor. El chaval nunca ha tenido una cuenta bancaria.

El padre de Benyamin, Imran, un desarrollador de software que trabaja en las finanzas tradicionales, animó a Benyamin y a su hermano, Yousef, a empezar a programar a los cinco y seis años.

Weird Whales es la segunda colección de arte digital de Benyamin, tras un conjunto anterior inspirado en Minecraft que se vendió por menos.

Esta vez se ha inspirado en un conocido meme de ballenas pixeladas y en un popular estilo de arte digital, pero ha utilizado su propio programa para crear el conjunto de 3.350 ballenas tipo emoji.

«Fue interesante ver cómo nacían todas, ya que aparecían en mi pantalla generándose lentamente», dijo.

Benyamin ya está trabajando en su tercera colección, con temática de superhéroes.

El mundo del arte está dividido sobre la tendencia actual de las NFT, ya que hay muchas historias de ventas exorbitantes, pero también hay escepticismo sobre si son una inversión realista a largo plazo.

«La idea de comprar algo que no existe es simplemente extraña», dijo a principios de este año Charles Allsopp, ex subastador de Christie’s. «La gente que invierte en ello es un poco tonta, pero espero que no pierda su dinero».

¿Cuál es tu reacción?
Sorprendido
38%
Feliz
0%
Indiferente
4%
Triste
8%
Enfadado
0%
Aburrido
4%
Incrédulo
13%
¡Buen trabajo!
33%
Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
Comentarios
Deja un comentario

Deja un comentario