Un desarrollador indie es amenazado por IKEA por crear un juego de horror inspirado en sus tiendas

IKEA ha amenazado con demandar a un desarrollador de juegos de terror indie por establecer el escenario de su juego en lo que, aparentemente, es una tienda de muebles de la marca.

IKEA quiere que se introduzcan cambios en el juego para evitar que la prensa y los jugadores comparen lo que ocurre en el juego con lo que sucede en sus tiendas de de muebles.

El juego «The Store is Closed» es obra del desarrollador independiente Ziggy. No utiliza ningún producto, nombre o marca de IKEA.

The Store is Closed es un juego de supervivencia cooperativo ambientado en una tienda de muebles infinita.

Cuando las luces se apagan, el personal ataca. Tendrás que fabricar armas y construir fortificaciones para sobrevivir a la noche. Explora los laboratorios subterráneos y construye torres hacia el cielo para encontrar una salida.

 

Ikea cree que el desarrollador infringe sus derechos de autor y ha enviado al bufete de abogados neoyorquino Fross Zelnick un escrito.

Ikea dice que el juego utiliza «un letrero azul y amarillo con un nombre escandinavo en la tienda, un edificio azul en forma de caja, camisas amarillas con costuras verticales idénticas a las que lleva el personal de Ikea, un camino gris en el suelo, muebles que se parecen a los de Ikea y señalización de productos que se parece a la de Ikea», insiste el documento legal.

«Todo lo anterior sugiere inmediatamente que el juego tiene lugar en una tienda de Ikea».

 

Ziggy, con sede en el Reino Unido, tiene diez días para realizar los cambios o enfrentarse a acciones legales.

Ziggy tuiteó que iba a dedicar la última semana de su Kickstarter a preparar una actualización para todos los nuevos probadores alfa. Pero ahora tiene que renovar todo el aspecto del juego para no ser demandado.

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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